La región de Cuzco es especialmente atractiva, pero en la que hay que llevar especial cuidado: te atacan. Uno me agarra el pie izquierdo sin llegar a atravesar sus dientes la zapatilla. Le doy una pedrada pero no le duele mucho pues al doblar una curva de herradura, él acorta camino y me persigue de nuevo. Otros dos intentan morder las alforjas dejando sus babas en ellas. Una pareja me atosiga, oigo hablar en la vivienda que los acoge pero nadie sale en mi ayuda. Si no muerden. Uno de ellos ha mordido ya a dos niños y su dueño no se hace reponsable, según las noticias. Se podría pensar que la altitud incrementa su agresividad natural, pero no,en las tierras bajas es aún peor. Dos de ellos me acosan y los dueños divertidos salen a ver como el gringuito se defiende. Cinco a la vez, les tiro piedras y el hombre de la casa dice que qué pasa. Salgo tras ellos con el palo, a un par de ellos les doy un estacazo desde la bici cuando me persiguen, grito a los dueños que los tienen que atar... ¡Muerde al gringo! escucho bromean. En Puerto Maldonado son unos diez rodeándome. Esto ya intimida. Parto por la mitad el palo en uno de ellos, un vecino sale en mi ayuda, pero me dice que la culpa es mía por pasear con una vara. Parece que a los mejores amigos del hombre no les gustan ni las bicis ni los palos. Ni los monopatines, ni las motocicletas... Podría contar miles de experiencias, de como un francés fue mordido en Argentina, como dos canadienses llevaban una piedra en el bolso delantero de las bicis pedaleando por Bolivia, el italiano Angelo les tira piedras en Perú, al español Román le mordieron en Ecuador... Son muy bravos, me dicen los niños peruanos refiriéndose a los perros.
Entre tando he ido sacando fotos:
Entre tando he ido sacando fotos:
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María, fuera de las "paradas turísticas" no pide propina por ser fotografiada.
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Roy por las calles de Ollantaytambo.
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El nevado Verónica, de 5600 m.
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Subida al abra Málaga, 40 km hasta los 4300 m. De ahí a Santa María son 80 km de los que más de 70 son de descenso, 3100 m de desninvel.
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Alto a comer.
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Aguas Calientes ahora se llama Machu Picchu Pueblo.
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Subida a las ruinas más famosas del Perú.
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No son sólo las ruinas.
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Subiendo al monte Putucusi.
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Machu Pichu desde Putucusi.
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Selva de altura en los alrededores de Aguas Calientes.
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Putucusi.
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El Valle Sagrado.
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Terrazas de cultivo incas de Moray.
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Salineras de Maras.
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Un lugar espectacular.
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Písac, día de mercado.
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Otro restaurante, este para cenar en Ocongate.
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Sonia Marlén con su hermanita.
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Alpacas a 4.500 m de altitud.
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Montañas de más de 6.000 m en el sur peruano.
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El puerto más alto dedicado a mi sobrino Leo, nacido el día anterior. 40 km de ascenso, me esperan 70 de bajada hasta la Amazonía.
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Un descenso de más de 4.500 m de desnivel.
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Inambari, una esquinita en la región de Puno.
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Región de Madre de Dios. No te metas donde no te dejan.
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¿Unos gusanitos para aperitivo?
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Buitres a la espera.
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Si tienes vehículo propio puedes merodear por los alrededores de Puerto Maldonado.
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El transporte por el río Madre de Dios.
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Puerto Maldonado.
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¡Son hoatzines!
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El futuro de la Amazonía lo marcan los aserraderos.
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Las más bellas mariposas están en la Amazonía.
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¡Cuidado donde pisas!
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