viernes, 10 de marzo de 2017

Katmandú.

Chivolocol, que ya andaba unos meses por Asia, me espera en el aeropuerto de Katmandú, al que ha llegado unos minutos antes desde Kuala Lumpur. Con nuestras mochilas nos vamos para el centro de la ciudad donde planearemos la llegada de los próximos días entre nuestros días mientras recorremos sus animadas calles.

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Kala Bhairab (aunque pueda confundirse con Kali) es el aspecto más fiero de Siva. Si mientes en su presencia morirás al instante.
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En el Kumari Bahal vive la diosa Kumari. A las 4 de la tarde la niña diosa se asoma a una de las ventanas de su palacio. No está permitido fotografiar a la diosa viviente y hemos de conformarnos con recordar su efímera aparición... y con las imágenes publicitarias.
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La actual niña diosa.
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Transporte de mercancías por los barrios del centro.
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La estupa Swayambhunath, en lo alto de un cerro al oeste de la ciudad. A ella llegan devotos tanto budistas como hinduistas.
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La estupa de Boudha es la más grande de Nepal y centro de peregrinaje de los muchos exiliados tibetanos que viven en el país.
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A última hora de la tarde, cientos de peregrinos caminan rodeando la gran estupa para ganarse el nirvana.
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