sábado, 9 de julio de 2016

Laponia sueca y Finlandia.

Estoy cocinando y me quedo sin agua. Paran dos parejas de suecos en sus coches descapotables (aunque no hace calor), les pido agua y me la dan, ademas de un refresco. Les cuento de donde vengo con la bici y entonces uno de ellos pregunta:
¿Y por que lo haces?
Porque es la forma mas bella de viajar, aunque haya dias tan duros que yo tambien me lo pregunto.
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Llegada a Suecia fresquita.
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Son estos dias sin noche, 24 horas de luz solar.
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Al perder altitud cambia el paisaje.
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¡Cuidado en el cruce!
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Viviendas samis.
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Celebracion de la llegada del verano en Arvidsjaur.
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Gammelstad.
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Los millones de mosquitos de los bosques suecos me obligan a buscar otras alternativas para dormir, como el tranquilo Tore. Ni un alma en la calle.
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El mar Baltico parece un lago.
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Tornio, al otro lado de la frontera, en Finlandia.
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Centro comercial en Oulu.
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Todos los turistas sacan la foto al poli gordo en Oulu, segun me cuenta Annette.
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Acampada junto al lago. ¡Para mi solo!
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Facilitando las cosas al cartero. Las casas estan desperdigadas en el bosque.
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Cuando no para de llover hay que buscar un techo para secar lo mojado, como la puerta de este gimnasio en Asikkala.
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Helsinki.
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Mi lugar favorito en la capital finlandesa.
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Y si no quieres pagar el caro visado ruso (y dar un rodeo de 750 km) puedes subir a un barco que te cruce a Estonia.
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