Viajando en bicicleta por Europa sientes miradas amenazantes, de rechazo, de agresividad. Depende del pais, pero en todos es el mismo desprecio hacia el extranho. Todo el que suba en bici habra sufrido como, al pasar por los pueblos europeos, te alentan para que te vayas de su hogar. A veces esas amenazas se transforman en agresion. No eres bienvenido.
No son los paisanos, ni tampoco los camioneros, son los perros.
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