La capital de Tamil Nadu se asienta a orillas de la bahía de Bengala, al sur, donde el calor aprieta de día y de noche. No hay monumentos espectaculares como en otras ciudades de la región, pero abundan los templos dravidianos. Algunos de ellos justifican la visita a la ciudad y compensan el tener que soportar el bochorno.
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En el norte nos preguntábamos donde estarían esas torres saturadas de esculturas de colores que habíamos visto en fotografías, llamadas gopuram. Aquí en Chennai se pueden ver unas pocas.
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Virupaksheeswarar- Sapta Lingam.
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Kapaleeswarar Koil.
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Ganés a la puerta de otro templete.
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De compras por el mercado.
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El pescadero.
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La verdurera.
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Chennai está en la costa del océano Índico.
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Mujeres en la playa.
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Pescadores llegando a tierra.
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Templo jainista de Shanti Gurudev.
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Colores del atardecer.
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