viernes, 9 de mayo de 2014

Bolivia: de Villazón al Titicaca.

No te detengas.
La piel se arruga, el pelo se vuelve blanco. Los días se convierten en años, pero lo importante no cambia. Tu fuerza, tu convicción no tiene edad. Detrás de cada línea de llegada hay una partida. Detrás de cada logro hay otro desafío. Mientras estés vivo, si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo. No vivas de fotos amarillas. Sigue aunque todos esperen  que abandones. Haz que en vez de lástima te tengan respeto. Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Usa un bastón. Pero... ¡nunca te detengas!
                                            Madre Teresa de Calcuta
Os pongo unas fotos de este bello y a veces difícil país:
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Primeros kilómetos bolivianos: un túnel camino de Tupiza.
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Tupiza, primer alto en Bolivia desde Villazón. A continuación unas cuantas imágnes de los alrededores de la ciudad, paisajes espectaculares a 3.000 m de altitud:
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Todos los niños de la escuela de un pueblito del camino.
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Continuos ascensos y descensos para llegar al altiplano.
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Unos pastores de llamas me dejan dormir aquí. En torno a los 4.000 m cualquier techo es bueno para pasar la noche
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A pesar de la dureza del camino, me siento un ser afortunado por poder estar aquí.
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Lo mejor es que sigas el camino paralelo a las vías del tren por donde el terreno es llano, me dijeron. Media vuelta.
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Por fin llego al altiplano, un terreno entre los 3600 y 4000 m de altitud.
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Pueblos solitarios.
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Caminos de arena.
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A veces es mejor caminar.
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Otro premio a los esfuerzos es el salar de Uyuni.
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En la isla de Incahuasi paso una noche en medio del salar.
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Bonita, ¿eh?
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Segundo amanecer en el salar.
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Para llegar al siguiente pueblo la referencia es el volcán Tunupa, de más de 5.000 m. Si te diriges hacia la derecha de la cumbre debes dar con Jirira, un pueblo casi fantasma.
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120 km por el salar me dejan la bici como podéis ver.
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Y así la cara.
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Caminos difíciles los bolivianos.
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Recolectores de quinua.
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Y llegando a Salinas de Garci Mendoza, unas vicuñas.
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El Tunupa queda atrás.
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Original iglesia.
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Llego a Oruro, primera ciudad importante de mi travesía boliviana.
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Unos amigos de Konani.
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Y el almuerzo en Villa Loza.
Debajo, La Paz, una ciudad fascinante:
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¿Qué se va a llevar casero?
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Seis años depués vuelvo a La Paz, y ahora sin soroche es como más disfruto paseando por sus calles.
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Los discordes en la concordia
en paz y amor se juntaron
y pueblo de paz fundaron
para perpetua memoria.
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 ¡No más maltrato carajo!
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La cordillera Real.
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El lago Titicaca y detrás la cordillera Real.
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Cruzando la angostura Tiquina.
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La señora Felipa y su nieto Juel esperando transporte.
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Mercado de ganado.
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El peruano Freín cruza la frontera (el hito esta a unos 100 m) con sus padres para vender sus vacas en Bolivia.
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La cordillera Real vista desde la isla del Sol.
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Restaurantes flotantes en el Titicaca. No son las islas de los uros, éstas flotan sobre corcha blanca.
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Una última del lago Titicaca del lado boliviano.
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