Australia.

Seis meses más tarde ya estaba de nuevo impaciente por salir a ver mundo. Esta vez acompañado por Carlos me desplacé a Australia en el verano austral. Recorrimos 2.400 km en bici y muchos más en coche, avión, tren y barco.

Aquí estamos al llegar a Melbourne. Las torres Rialto eran por entonces el edificio de oficinas más alto del hemisferio sur.

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De la capital del estado de Victoria nos dirigíamos a la de Australia del Sur, Adelaida.

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Por todo el recorrido nos acompañaban bosques de eucaliptos.

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Los doce apóstoles. En mi segunda visita varios años después, me dijeron que alguno de ellos ha sido abatido por el océano.

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Cuando las distancias eran largas había que parar a comer en áreas de descanso para conductores.

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Y si dormíamos en el campo los canguros se acercaban a conocernos.

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Parque nacional de los Grampians.

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Bosques interminables en los Grampians.

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Otro alto para echar la siesta.

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En Adelaida alquilamos un coche para visitar el centro de la isla.

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Montes Olga.
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La carretera que atraviesa el país de norte a sur, pasa por tierras aborígenes. Se pueden cruzar pero sin salirse del asfalto.

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De vuelta a Adelaida volamos a Brisbane.

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Y seguimos en bicicleta. Este es el punto más oriental de la isla de Australia.

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Tras varias jornadas lloviendo día y noche nos encontramos con la carretera inundada. Para poder seguir hacia el sur sólo era posible en tren, por lo que llegamos a Sidney más rápido de lo que pensábamos.

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El puente Habour de Sidney.

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En un "autobús acuático" por la bahía de Sidney.

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Las Tres Hermanas.
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Y de Sidney volamos a Melbourne por donde hicimos una pequeña ruta por los alrededores.
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