Tras haber reservado con antelación por internet con la ayuda de la recepcionista del alojamiento la entrada en la plaza, habiendo superado dos controles de pasaporte, el detector de metales y ser cacheado por una señora, piso 20 años después Tiananmen. Tengo en la galería del móvil una foto escaneada de entonces, entrando en la plaza en bicicleta, de fondo, la puerta de la Paz Celestial con el famoso retrado de Mao Zedong. Es aquí donde quiero retratarme de nuevo. Escribo en un papel en letras grandes: 20 AÑOS; y con él enseñándolo a la cámara del móvil pongo el autodisparo. Son sólo 10 segundos de espera, mas ya tengo alrededor mío a seguridad. Inmediatamente llega la policía, uno de ellos de paisano, y un soldado. Explicaciones. Pasaporte. No se pueden hacer fotos mostrando papeles. Me llevan al puesto policial. Más explicaciones por mi parte. De nuevo paso el detector de metales, registro minucioso de mochililla y cartera, nuevo tocamiento de culo por una señora que esta vez se esmera más en su cometido. ¿Dónde te alojas?¿Por qué hacer esa foto? No está permitido sacar fotos con papeles. Comprueban las demás fotografías, con sus móviles consultan datos.
-Has tenido un mal comportamiento. Te recomendamos que borres la fotografía y que a la vuelta a tu país no difundas on line lo que aquí ha ocurrido o podrías tener problemas en próximas visitas a China.
¿Qué esperábais? También esto es China.
¿Por qué lo cuento entonces? Porque una cosa es que los mandatarios chinos mantengan la boca cerrada de 1.500 millones de chinos y otra es que pretendan cerrársela al resto del mundo. Bastante tengo con la censura de mi propio país.
Cuando me dejan marchar, paso camino de la Ciudad Prohibida junto a un agente. Algo le están diciendo por el walkie talkie y me parece distinguir una palabra: Xi Ban Ya, España en Chino, ese país en el que a sus ciudadanos les gusta sacarse fotos con papelitos.
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Nuevos rascacielos construidos en las últimas dos décadas.
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